Plan de Trabajo
La mejor manera de ir asimilando los distintos contenidos de las diferentes materias es trabajarlas con continuidad, estableciendo un ritmo de estudio propio.
Estudiar mucho un día y los dos siguientes no hacer nada, no es una buena estrategia.
Sería igual al deportista que un día se entrena intensamente y los siguientes absolutamente nada; no sería la forma más eficaz de prepararse para una competencia.
Con todo lo que han visto hasta aquí, podrán deducir que organizar el tiempo de estudio para lograr que sea más eficaz y llegar a mejores resultados no es otra cosa que establecer un plan de trabajo que incorpore las sesiones de estudio en la vida cotidiana.
Ese plan de trabajo debe contemplar las múltiples actividades que desarrollas y contemplar una planificación a fin de obtener el tiempo necesario para llevarlas a cabo.
Eficacia:
Llevar a cabo de forma satisfactoria todas las obligaciones e intereses conlleva la necesidad de una distribución racional del tiempo de trabajo.


La planificación tiene que ser individual. Cada persona es diferente, debe valorar sus aptitudes y su grado de preparación para cada una de las materias, conocer cuáles le resultan más fáciles y cuáles más difíciles, las horas del día en que le es más fácil estudiar, las lagunas que nota en sus conocimientos, la atracción que siente por cada una de las asignaturas y su propio ritmo de aprendizaje.
Para que realmente funcione, el plan de trabajo debe ser realista, debe ser un plan que cada uno pueda llevar a cabo teniendo en cuenta sus características personales, a fin de conseguir que a lo largo del tiempo marche de manera exitosa.
Te propongo pensar acerca de qué hábitos sientes que deberías modificar para obtener un mayor rendimiento de tu tiempo.